¡Se me llena la casa de plásticos!

Los que tenemos más de una determinada edad recordamos cómo una vez en semana en casa se bajaba a cambiar las botellas de vidrio vacías por otras llenas de lo que se terciara: vino, gaseosa, cervezas, refrescos… El reciclaje pasaba por darle muchos usos a una misma botella, lavándola antes de devolverla al mercado. Llevamos muchos años haciendo el reciclaje de una manera muy diferente. Compramos un envase con su producto, después lo “regalamos” para que una empresa lo destruya y utilice la materia prima que se pueda salvar para producir algo nuevo que nos volverán a vender. Además, para que todo esto funcione nos cobran dos impuestos (el IBI y la tasa de basuras). Más allá de lo irracional del tema a nivel económico, ¿no nos damos cuenta del gasto en energía que supone? ¿Alguien me puede asegurar que esos procesos de reciclado no son agresivos con el medio ambiente? ¿No será mejor reducir al máximo el consumo de plásticos, por ejemplo, que asumir que el reciclaje es la panacea? En este enlace cuentan muy bien cómo funciona el reciclaje en España.

En esta misma página puedes encontrar la experiencia de alguien que intenta vivir sin plásticos e ítems concretos por los que empezar.

Por mi parte voy a sumar alguna idea sencilla. Si eres consumidor de yogures ¡hazlos tú mismo en tarros de cristal! Incluso, ya que te pones, puedes hacerlos para alguien más de la familia o amigos cercanos. Te cuento una manera sencilla.

Receta de yogur natural

INGREDIENTES:

  • Un litro de leche (la que gustes).
  • Medio yogurt (puedes utilizar tu propia producción si ya la tienes).

UTENSILIOS:

  • Batidora o varillas.
  • Frascos de vidrio con tapa del tamaño que desees y que te quepan en el recipiente que vayas a usar.
  • Dos cazuelas y una rejilla para cocinar al vapor.
  • Guantes de horno.
  • Una yogurtera o un recipiente de barro que conserve bien el calor o si tienes la calefacción encendida vale cualquier cazuela. También se hacen muy bien en una olla de cocción lenta.
  • Una toalla gordita o una manta térmica.

CÓMO SE HACE:

  1. Esteriliza los frascos. Pon al fuego una cazuela con la rejilla de cocinar al vapor y agua (no debe sobrepasar el nivel de la rejilla). Mete los frascos y las tapas boca abajo y tapa la cazuela. Cuando veas vapor déjalos al menos 10 minutos y retíralos con cuidado de no quemarte. No toques ni el interior ni los bordes para no contaminarlos.
  2. Prepara el recipiente dónde se harán lo yogures. Si tienes yogurtera, sigue las instrucciones del fabricante. Con otros recipientes se trata de hacer un baño maría. Añade agua caliente, que no queme, y tapa hasta que llegue la hora de introducir los frascos con el yogur.
  3. Calienta la leche sin que hierva hasta que la notes caliente pero no te quemes al sumergir el dedo. Añade el yogur y bátelo hasta que quede bien disuelto en la leche.
  4. Vierte la mezcla en el los frascos y tápalos. Mételos en la yogurtera o la cazuela. Si usas la cazuela envuélvela en la toalla o la manta térmica para intentar preservar lo más posible el calor (12h). Si tienes la calefacción encendida, usa ese calor para mantener la temperatura. Si no tienes muy claro si lo estás consiguiendo comprueba la temperatura del agua y si está fría, caliéntala y déjalo algo más de tiempo.
  5. Una vez transcurridas las 12h., saca un frasco y mira si el contenido está cuajado. Si lo está ¡ya tienes tus yogures! Si no, comprueba la temperatura del agua y repite el proceso.
  6. Deja enfriar en una bandeja y luego guárdalos en la nevera.

Hemos ahorrado unos 10 envases de plástico con sus 10 tapas de aluminio… Sería perfecto si hubiéramos podido comprar la leche en botella de cristal o a granel pero finalmente nos ha costado un envase de tetrabrik.

Quizá tengamos que empezar a escribir a nuestros supermercados y a las empresas que fabrican los productos que consumimos para que esto cambie.

Teresa