Las etiquetas sostenibles: cómo saber si estás ayudando al planeta

¿Alguna vez te has fijado en los pequeños detalles de los envases? Seguro que más de uno se ha parado a leer los ingredientes, las calorías, la cantidad de azúcar, pero los productos nos aportan mucha más información de la que piensas. Hoy queremos compartir con vosotros algunas etiquetas sostenibles que harán que, poco a poco, reduzcamos nuestra huella ecológica.

¿Qué es una etiqueta sostenible?

Muchos productos envasados y procesados incluyen una pequeña etiqueta que contiene información, como podría ser la de reciclaje que indica a qué contenedor va. Cuando hablamos de etiquetas sostenibles nos estamos refiriendo a las que nos aportan información sobre características medioambientales de los productos, como su procedencia o la calidad de sus ingredientes. Sus objetivos son minimizar el impacto ecológico negativo de la producción, minimizar el uso de productos perjudiciales para nuestra salud, limitar el uso de OMG (organismos modificados genéticamente) y reducir el daño innecesario a los animales evitando, por ejemplo, la experimentación animal.

A continuación os vamos a mostrar algunas de las etiquetas sostenibles más conocidas en España para que puedas reconocerlas cuando haces la compra.

Etiqueta de comercio justo

La etiqueta de comercio justo o FAIRTRADE está reconocido a nivel internacional. Sus principales objetivos son: invertir en proyectos que mejoren el desarrollo social, económico y medioambiental, garantizar que los productores reciban precios justos, facilitar las relaciones comerciales a largo plazo y establecer unos criterios mínimos para garantizar las buenas condiciones de producción y comercio de los productos certificados.

Esta etiqueta suele aparecer en alimentos cuyo proceso de extracción y elaboración han supuesto tradicionalmente el uso de mano de obra barata en condiciones muy precarias. Estos alimentos, además, suelen ser importados de otros países en vías de desarrollo, favoreciendo así al beneficio de multinacionales y dejando a un lado al trabajador.

Para aportar tu granito de arena, busca este sello en productos como el café, plátano, azúcar, té, cacao, algodón, miel, fruta, nueces, legumbres, cereales y arroz.

Etiqueta de agricultura ecológica

En el año 2000, la Comisión Europea creó esta etiqueta de agricultura ecológica europea para que los productores puedan, de forma voluntaria, demostrar que sus productos cumplen con la legislación comunitaria establecida. Es decir, que los productos que llevan esta etiqueta verde son ecológicos y, por tanto, que todos sus ingredientes son naturales y que respetan el medioambiente.

Si compras un producto que tenga este sello debes saber que el 95% de sus ingredientes se han producido con un método ecológico, cumple con las normativas oficiales y procede directamente del productor, sin necesidad de intermediarios.

Si decides que tu compra sea más verde estarás colaborando con los agricultores de tu zona y respetando el ciclo agrícola de la tierra.

Etiqueta Rainforest Alliance Certified

¿Alguna vez has visto una rana en tu chocolate? Tranquilo, no se lo va a comer. Esta ranita tan simpática está certificando que este producto disminuye la huella de carbono. Para obtener esta etiqueta, los productores tienen que someter sus fábricas a una inspección que certifique que cumplen normas de sostenibilidad ambiental, social y económica.

Cuando un producto consigue esta etiqueta nos avisa de que sus productores conservan la biodiversidad, mejoran los medios de vida y del bienestar humano, conservan los recursos naturales y utilizan métodos agrícolas efectivos.

Esta ranita también aparece en cafés, tés, bananas, chocolates, zumos… ¿Cuántas puedes encontrar en tu despensa?

 

Etiqueta FSC

FSC son las siglas de Forest Stewardship Council o Consejo de Administración Forestal y es una organización independiente no gubernamental internacional y sin ánimo de lucro creada en 1993 con el objetivo de promover una gestión forestal ambientalmente responsable, sostenible y beneficiosa económicamente.

¿Sabías que parte de tu comida procede de los bosques? Como por ejemplo, el aceite de palma. Uno de los grandes problemas que tenemos en la actualidad es la deforestación, causada principalmente por la agricultura y la ganadería intensiva. Por eso, FSC nace para proteger los bosques de todo el mundo de la tala masiva.

Si buscas el símbolo del árbol y las siglas FSC en tus alimentos y otros productos, estarás contribuyendo a la protección de bosques y ámbitos rurales, protegiendo a la fauna y a la flora y ayudando a los trabajadores del sector agrario. ¿Lo has visto alguna vez? Fíjate bien en algunos envases de lácteos, refrescos e incluso en los tapones de corcho de las botellas de vino.

¿Conocías el etiquetado sostenible? Aunque a veces los productos envasados pueden ser dañinos para el planeta, tener en cuenta estas etiquetas a la hora de hacer la compra te asegura que los productores que han elaborado tu tableta de chocolate trabajan en buenas condiciones y respetarás el medioambiente. Te animamos a que abras tu despensa y nos cuentes cuántos sellos puedes reconocer.

 

Celia y Nacho