El pasado 4 de octubre tuvo lugar la celebración del XX Aniversario de Redes, la Red de Entidades para el Desarrollo de la cual Spínola Solidaria forma parte junto con otras 53 organizaciones.

El tiempo, como sabemos, es algo tan efímero como eterno, tan lineal como circular o infinito, vivimos con la ansiedad por lo que vendrá o la nostalgia del tiempo que marchó, con la certeza de saber que cada año será uno más dentro de un ciclo y así transitamos celebrando la vida que se abre paso a cada minuto que se escapa.

Y en ese ciclo han pasado ya 20 años desde que un grupo de organizaciones decidiera juntarse para llegar más lejos, la evolución de REDES ha sido tan significativa como la propia etimología de la palabra que nos permite entender mejor todo lo que hay detrás de lo que ahora celebramos.

La palabra red es de origen indoeuropeo, una de las lenguas más antiguas que hayan existido y madre de las lenguas occidentales, existía el vocablo con dos acepciones que evolucionaron de manera opuesta, en un principio el vocablo erd cuyo significado era separar y más adelante apareció net refiriéndose a atar o ligar. En estos años entidades que trabajábamos separadas decidimos avanzar y pasar a ser red, porque sentíamos que solas llegábamos a nuestros objetivos de manera más fácil pero que juntas los propios objetivos crecían y llegábamos más lejos.

Hoy somos 54 organizaciones que formamos la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario-REDES, y con esta celebración queremos traer las voces de muchos colectivos que están proponiendo estilos de vida y formas de organizarnos que ponen en el centro la vida de las personas y la vida en el planeta.

En un momento en que no se entiende caminar solas en el cambio y transformación social, nuestro aporte es la experiencia de 20 años siendo alianza, cada una con su énfasis propio, en la educación, la salud o la situación de la mujer, promoviendo acciones conjuntas para que los Derechos Humanos sean una realidad a nivel mundial. Lo hacemos a través del voluntariado, proyectos, el comercio justo, la educación transformadora y campañas como la del 0’7; Deuda Externa, Deuda Eterna; África Cuestión de Vida o Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza. 

Conocemos la gravedad de la crisis global que soporta especialmente una mayoría de personas cuyos derechos son vulnerados. Hambre, guerras abiertas o latentes, muchas de ellas olvidadas por los medios; la vergüenza de la desigualdad, las muertes en las fronteras, la amenaza climática, energética, o de la disponibilidad del agua, la crisis de valores que desplaza a la persona humana del centro. 

Alentamos la “lucha por la vida frente a un sistema de muerte”. Y en este camino nos encontramos con corrientes que desde amplísimos sectores de la sociedad (como los feminismos, ecologismo, economía social, pacifismos…) exigen un cambio profundo del sistema que prima el enriquecimiento y las posturas de fuerza en las relaciones entre personas y estados, para articular la sociedad en torno al cuidado de la vida y los bienes comunes. 

Cuando el papa Francisco nos advierte de que “la llamada al bienestar sube cada vez más de volumen, mientras las voces del que vive en la pobreza se silencian”, afirmamos que no queremos permanecer anestesiados por el consumo de bienes, ocio y experiencias. Que la calle es espacio público para construir ciudadanía activa y crítica. Que estamos llamados a construir espacios de fraternidad que no serán tuyos ni míos, sino nuestros, hacia “un nosotros cada vez más grande”. Y hacerlo desde la situación de las personas descartadas por este sistema.

El tiempo pasa y desde el agradecimiento que nos inunda cumplimos 20 años y lo hacemos con el deseo de que sean muchos más caminando juntas, con más personas, con más entidades, sintiéndonos red que sostiene, que sujeta y acuerpa el descarte de tantas que se quedan en la periferia.