EQUIPO
Edu está siempre dispuesto: para jugar, para echarte una mano, para mejorar las cosas. Tiene acento del sur para que sepas que lo importante no está aquí, que nuestras brújulas deben centrarse en lo que allí ocurre. Lee mucho y muy despacio, marca las páginas y subraya lo importante para que las ideas no se escapen y se le queden dentro haciéndole crecer. Es experto en acompañar desde lo cercano, con preguntas sutiles y sonrisas grandes, haciendo que sin darte cuenta te cuestiones cosas que te llevan más lejos, a ser un mejor tú. Defensor de lo pequeño, de lo importante que es no ser siempre el centro, de la justicia y del café bien hecho. A su lado tienes claro que en su equipo siempre se juega para cambiar el mundo.
Rebe no desayuna café, ella desayuna tiempo y por eso a lo largo del día es capaz de sacar minutos para todo (aunque siempre se quede con la sensación de que le ha faltado alguno). Es capaz de hacerte ser tu mejor versión, la que llega más lejos, pero sin pasarse. Tiene el superpoder de empezar cuadernos y llenarlos enteros sufriendo en el proceso si los pierde de vista o los despista por la cantidad de cosas importantes que puede haber dentro y que solo están ahí y en su cabeza. Sus gafas no corrigen miopía ni astigmatismo, están graduadas para ver las ideas diminutas que pueden convertirse en revoluciones. A su lado todo lo que parece difícil se puede hacer.
Thais es de color especial, como nuestro verde (el Pantone 3248U), lo único que hay de blanco y negro en ella es su pelo, todo lo que toca lo vuelve de color, con ella tienes la sensación de que la belleza sólo tiene que pasar por su cabeza para hacerla real. Tiene el arte de saber de todo, de tener opinión, fuentes, recursos e ideas para cualquier tema, por tabú que sea, quizá por eso pronuncia las X como nadie. Su flequillo cambia como el desmogue de los ciervos haciéndose más recto y largo con la edad, pero lo que no cambia en ella, aunque los años pasen, es su manera de estar, de disfrutar, de escuchar, tan suya que si no tuviera compañero de piso al que cuidar, se quedaría en tu casa a dormir para que en las historias la despedida nunca fuera el final.
Ana fue en nuestros comienzos el río del que beber y en el que coger aliento antes de comenzar el viaje. Su profundidad nos ha dejado navegar hacia los mares con los que soñábamos y sus vientos no han dejado de creer en lo lejos que podíamos llegar. Ahora, cuando la travesía está algo más encaminada, vuelve a brindarnos su mente clara y su pelo color espuma porque los viajes son mejores con alguien al lado que pueda ir recordándote cual es la ruta, qué motivo te hizo dar el primer paso y cómo debería ser el lugar al que quieres llegar.
Marta te va a contagiar la risa, da igual la situación que tengáis entre manos, si hay hueco posible para el humor Marta va a encontrar el resquicio del que puede pender la carcajada. Estar con ella es como comer sandía en verano sin preocuparte de pringarte todas las manos, como cruzar un río de piedra en piedra con la seguridad de que no te vas a caer. Y es que Marta trata siempre de facilitarte la vida, da igual que la suya sea una maraña de citas, planes que se solapan o cosas que ya se harán más adelante…si puede contribuir a que algo tuyo se solucione vas a poder contar con ella aunque no llegues a formular la petición en voz alta. Y sabe tanto…se cuestiona tanto…tiene tantas ganas de saber…que mañana será una persona diferente, como cuando en un momento de su infancia dejó de tener el pelo liso, y aun así podemos asegurar que merecerá la pena permanecer a su lado.