Dieta vegana, un paso hacia una alimentación sostenible

En nuestro primer post os hablamos sobre el impacto que tiene en nuestro planeta el consumo de diferentes alimentos y hoy queríamos hablaros sobre qué es el veganismo y cómo adoptar una dieta vegana puede ayudarnos a vivir una vida más sostenible. Así también nos adelantamos al 1 de noviembre, cuando se celebra el Día Mundial del Veganismo.

¿Qué come una persona vegana?

La alimentación vegana rechaza los productos de origen animal, es decir, la carne, el pescado, los huevos y los lácteos, pero sí consume el resto de productos: legumbres, pastas y harinas y frutas y hortalizas. ¡Es mucho más sencillo de lo que parece!

En realidad, el veganismo es una alternativa a la alimentación a la que estamos acostumbrados que busca reducir nuestra huella de carbono, ser más respetuosos con el medioambiente y volver a utilizar recetas que usaban nuestras abuelas. ¿Potaje de garbanzos y espinacas? ¿Pisto y patatas a lo pobre? ¡Todo es vegano!

Por qué el veganismo es respetuoso con el planeta

Una persona que siga una dieta mediterránea en la actualidad consume, de media, carne tres veces por semana y pescado una o dos veces. Un kilo de carne de vaca, por ejemplo, necesita 15.415 litros de agua para producirse, mientras que un kilo de legumbres necesitaría 4.055 litros, un kilo de cereales 1.644, un kilo de frutas 962 y un kilo de verduras 322. ¡Eso son muchas duchas para una simple hamburguesa!

Además de la cantidad de agua que se utiliza, otro medidor importante son las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que la producción de alimentos (de cualquier tipo) es responsable de un 26% de estos gases, que en su mayoría son dióxido de carbono y metano. Los productos de origen animal (carne, pescado, huevos, lácteos) son, a su vez, los responsables de un 60% de estas emisiones contaminantes.

Otros factores que favorecen a nuestro planeta si seguimos una alimentación vegana son la reducción de superficie utilizada para la cría del ganado, el respeto hacia los animales (menos sobreexplotación en crianza en jaulas, experimentación, crianza extensiva para nuestra alimentación, etc.) y la reducción del consumo de agua, que podría utilizarse en zonas donde el agua potable es más escasa.

El veganismo, algo más que alimentación

La alimentación vegana parte de un concepto más amplio: el veganismo. Este término incluye no solo a la comida, sino que engloba una actitud que rechaza artículos de consumo de origen animal. ¿A qué nos referimos con esto?

Una persona vegana, por ejemplo, también tiene en cuenta de qué materiales están hechos su ropa y su calzado y evita el cuero, la seda, las plumas y la lana. ¿Qué materiales son más respetuosos? Podemos optar por el lino, el algodón, el cáñamo, la fibra y la microfibra, el corcho y el bambú.

En cuanto a cosmética, una persona vegana no utiliza productos que hayan sido testados en animales. Para saber si un producto de baño ha sido testado en animales podemos fijarnos en si tiene la etiqueta Cruelty free and vegan (un conejo rosa con orejas) o el sello Not tested on animals (un conejo saltando). Debemos recordar que los productos procedentes de la Unión Europea deben cumplir con la legislación europea, que prohíbe comercializar productos que han sido testados en animales desde 2013.

Ahora que ya conoces qué significa ser vegano y qué tipo de alimentación sigue una persona vegana, ¿te animas a probar algún plato vegetal? Recuerda que cada pequeño cambio hacia una vida más sostenible ¡es un regalo para el planeta!

Para saber más: