Esta mañana me he levantado pensando si ya sería hora de empezar a hacer el cambio de armario para el invierno. Remoloneo un poco pero luego pienso: “!Este año lo voy a hacer fenomenal!”
Este momento que se nos ofrece dos veces al año es toda una oportunidad para poner orden y «quedarte con lo que realmente amas y te hace feliz» como prodiga Marie Kondo o, poner límites al guardar por guardar y darle una segunda vida a cosas que con nosotros ya no la tienen.
Supongo que a todos nos pasa más o menos lo mismo cuando llegamos a este punto:
¿Qué hago con esto? ¿lo guardo? – Uff, es que no me lo he puesto en toda la temporada… pero es que está tan bien-
Y esta camiseta está hecha trizas pero ¡la tengo tanto cariño!
¡Vaya, este pantalón sí que está para tirar! Y el bolso ¡mira que agujero!
Pues este vestido aun me queda bien pero está más visto que el tebeo…
Muchas prendas pasan el primer filtro del «me gusta, está como nuevo y me sienta bien» sin problema, y sí lo guardamos para la próxima ocasión. Pero ¿cómo gestionar lo que se queda por el camino?
Hay quien hace dos montones: el de tirar y el de regalar. Sin embargo, como nosotros vamos a por nota, seguro que seremos capaces de afinar un poco más. Os propongo hacer cinco montones:
- El de “para heredar”. En éste ponemos todo lo que está en buen estado pero ya nos cansa, o se nos ha quedado grande o pequeño. Lo sacamos en la próxima reunión familiar o se lo llevamos a ese amigo/a que tiene una talla tal que le pueda servir, etc. Las versiones más modernas de esto pasan por venderlo a través de aplicaciones como wallapop o vinted o regalarlo en telodoygratis, nolotiro, etc.
- El de “para donar“. Aquí agrupamos lo que no nos han cogido del montón anterior pero que está fenomenal. Luego lo llevamos a un ropero que conozcamos o a un buzón de recogida de ropa usada.
- El de “para transformar”. Éste es para manitas o gente bien relacionada. Es para cosas que no están ya para ponerse pero a las que tenemos especial cariño. Por ejemplo: una camiseta, ropa de nuestro bebé o las camisas de nuestra pareja. ¿Qué se hace? Con el dibujo de la camiseta se puede adornar una bolsa de tela, recoserlo en otra camiseta lisa o juntarlas con otras para hacer una colcha de patchwork. Hay infinidad de tutoriales en internet para aprender y si no os creéis capaces, a lo mejor conocéis a alguien que os pueda coser algo especial.Si es algo muy emblemático podemos enmarcarlo y colgarlo en la pared.
- El de “para reaprovechar”. Este es el montón en el que, sabiendo que el destino final será la basura, sacamos todo lo que nos puede servir para algo en un futuro. Ej.: botones, hebillas, cintas, cremalleras, etc. También se pueden sacar retales para hacer trapos.
- El de “para tirar”. En éste montón queda lo que ya no da más de sí.
Pues ahí os dejo el reto de darle aire a vuestro fondo de armario sin perder el hilo del reaprovechamiento. ¡A por ello!
Teresa