Spinola Youth Testimonies

24 octubre. Madrid.

Entre el 21 y el 23 de octubre el grupo de jóvenes Spínola de Quezon City compartieron un encuentro en el que evaluar el Proyecto que llevan haciendo durante este curso y se formaron para seguir creciendo como equipo y en liderazgo.

Este Proyecto consiste en la formación a un grupo de jóvenes que de cada semana va a la Escuela de San Vicente y al barrio de Don Antonio a ofrecer sesiones de educación en valores y catequesis a niñas y niños de ambas zonas.

Algunas de las reflexiones que comparte el grupo son:

Jancent, una joven de 20 años, sobre la Escuela Primaria San Vicente: “Descubrí que puedo ser consistente en energía y felicidad, que puedo conectarme con el corazón de las niñas y niños y que incluso cuando hay cansancio, la alegría nunca se va”.

Ryana, que tiene 14 años, compartió lo que descubrió mientras realizaba la formación: “Gané más confianza. Pude dirigir la oración durante el encuentro con los estudiantes de San Vicente. También pude hablar y explicar cosas importantes. Estaba muy orgullosa de mí misma en ese momento y quiero mejorar más. También descubrí que mis compañeros y yo estamos mejorando juntos”.

Nicole, una joven de 13 años, escribió en una de sus reflexiones “Agradezco el silencio y la cita con el Señor, así como los pasos para conocer la verdad. Todavía soy joven y me cuesta entender muchas cosas pero esto no me impide conocer a Dios y saber los caminos para encontrar la verdad”. Zaira, de 20 años, compartió “Creo que es la voluntad de Dios que yo sea parte de la Familia Spinola, que es una comunidad que puede apoyar mi crecimiento y desarrollo. El Grupo de Jóvenes Spinola me ofrece oportunidades para aprender, servir y profundizar mi comprensión de nuestra fe. Ser una joven de Spinola también es una forma de conectarme con otras personas que comparten mis valores y creencias. Me ayuda a fomentar un sentido de pertenencia y comunidad. Me enseña sobre la empatía, la compasión y la importancia de apoyar a los demás. Y, por último, interactuar con otros jóvenes como yo me expone a diferentes puntos de vista, lo que ayuda a ampliar mi perspectiva y promover la tolerancia y la comprensión”.

Durante el primer año de este Proyecto han participado 21 jóvenes y 809 niñas y niños. ¿Os imagináis como será el segundo año?